Visitante nocturno

Andaba ocupado en mis quehaceres diarios(lavar los platos), cuando sentí que me llamaban. Me asomé a la ventana pero la calle se encontraba desierta. Miré a derecha e izquierda y nada, ni un alma. Me disponía a continuar con mi rutina cuando volví a escuchar su voz -estoy aquí abajo- entonces la descubrí, apoyada en una pequeña flor haciéndome señas con sus antenas.

Se presentó, hablamos y me contó una historia.

-Siendo una oruga tuve un sueño, en mi sueño me encontraba en lo alto de la montaña contemplando todo el valle. Me gustó tanto el sueño que decidí realizarlo. A pesar que ningún animal del bosque creía que pudiera lograrlo, no me di por vencida. Todos los días caminaba sin descanso. Al final, agotada, con mi último esfuerzo construí un lugar para descansar.
Pasaron los días, y una mañana al sentir el calor del sol, decidí que había llegado el momento de continuar. Al salir del caparazón noté que algo había cambiado. Mi cuerpo se había estilizado y me habían crecido unas hermosas alas. Comencé a volar y al fin pude realizar mi sueño-.

Antes de despedirnos la pedí permiso para fotografiarla y tener un recuerdo de esa noche. Tras las fotos, salió volando alegremente mientras susurraba -confía en tu potencial-.