Los que seguís el blog sabéis que el Puente Colgante es un escenario recurrente en mis fotos. Hay varias razones, lo tengo a mano, sus formas geométricas y entorno dan juego a distintos encuadres y al ser un sitio de paso siempre suceden pequeñas historias a su alrededor como la que os muestro hoy.
Me encontré con estos caballeros en una de esas incursiones fotográficas y me dispuse a seguirlos a una distancia prudencial. Aún así, no debo ser buen agente secreto pues al final uno de ellos me caló. Le regalé una sonrisa a cambio del reportaje y aproveché la marea de gente saliendo del puente para diluirme entre ellos y desaparecer.
La fotografía callejera es un genero bastante extendido y que me gusta. Se trata de capturar la vida cotidiana de una manera espontánea.
Os dejo con una escena en la película Smoke (os la recomiendo) en que lo explica muy bien. .
Henri Cartier Bresson tenia un don especial para capturar lo que denominó -el instante decisivo- y esta considerado como el precursor de esta corriente artística.
“Con el fin de “dar un sentido” al mundo, uno tiene que sentirse implicado en lo que encuadra a través del visor de la cámara. Esta actitud exige concentración, disciplina mental, sensibilidad y un sentido de la geometría. Es por economía de medios que se llega a la simplicidad de la expresión.
Tomar una fotografía significa reconocer -al mismo tiempo y dentro de una fracción de segundo- tanto el hecho en sí como la organización rigurosa de las formas percibidas visualmente que le dan sentido.
Es poner la cabeza, el ojo y el corazón en el mismo eje.”
Ondo izan !!